Canal TV – Vámonos de cruising 3: Cruising threesome, con Josh Milk y Sito García
Canal TV – Vámonos de cruising 3: Cruising threesome, con Josh Milk y Sito García
Cuando uno va a hacer cruising, nunca sabe con quién te vas a cruzar ni cómo vas a terminar. Llegas a la zona donde sabes que suele estar la gente que busca lo mismo que tú, y te pones a andar tranquilamente, con paciencia. A veces es mejor que no esté muy transitada, para que puedas observar bien quién está y qué te puede ofrecer. Si pasas por el lado de uno que te mola, le observas bien. Si no gira la cara para otro lado, sino que responde a tu mirada, todo va sobre ruedas. Te acercas un poco más. El otro deja que te arrimes. La cosa pinta estupendamente. Puedes presentarte con un «¿qué hay? ¿pasando el rato?», o preguntar directamente que qué le mola y qué busca. A veces, sencillamente no se dice nada. Directamente le comes los morros o bajas tus labios hacia su paquete… Seguro que la notas bien dura, o no tardará en ponerse como una piedra nada más metértela en la boca. Lo siguiente irá surgiendo, allí o en un sitio más alejado y donde ambas partes se sientan más cómodas. Puede que todo termine rápido, o que por el contrario el tiempo pase sin darte cuenta y cuando mires el reloj ya haya trascurrido una hora, puede que incluso mucho más, desde que te dejaste llevar por el morbo y las ganas de disfrutar.
A Josh Milk y a Sito García es lo que les pasará cuando se crucen haciendo cruising en una zona arbolada. Sito, nada más ver a Josh, se acercará a él. Josh responderá enseguida, palpándose un cipote que no esconde su inmensa erección. Sito se lo comerá, se lo tragará y saboreará con la boca, para después sentir cómo Josh le revienta el culo con él. Pero las zonas de cruising siempre pueden guardar sorpresas, como la que les espera a los dos chavales. Un tercero entrará en escena, acercándose a la pareja cuando Josh está a punto de lefar sobre el contrario. La corrida puede esperar un poco más. Un cipotón como el que calza el mulato que se ha unido a ellos bien lo merece. Y un doble lefazo sobre la cara también.
«¿Está rica?» Seguro que sí.