El Capitán del Equipo
Categoría: Gay-Vestuarios
Fecha: 16/06/2015
El Capitán del Equipo.
Soy Tomas, creo soy un tipo normal ni guapo ni feo, no estoy gordo pero tampoco estoy marcado; vamos que soy de lo mas común. Suelo hacer mucho ejercicio y prácticamente estoy caliente 24 horas al día.
Pues bueno, antes solía jugar fútbol en una liga nocturna, y al terminar los partidos casi todos los jugadores se marchaban a casa aunque alguno que otro se quedaba a darse un duchazo en los vestidores antes de irse; yo usualmente no me quedaba y me marchaba inmediatamente.
Cierto día después de un partido me quede hablando con unos colegas y total se me hizo un poco tarde, entre a los vestuarios, pense que estaba solo y que ya todo mundo se había marchado así que decidí darme un duchazo. Ya sabeis, el aguita caliente, el vapor y tal, pues una cosa llevo a la otra y acabe empalmandome entonces decidí poner manos a la obra.
Pues ahí estaba pasándomelo de lo lindo, jugando con mi rabo cuando de repente entro en las duchas el capitán de mi equipo, es un tipo guapillo, mas bien flaco. Al verme ahí, haciendome una paja, sin decir nada se me quedo mirando, me puso colorado, colorado de la pena sin saber bien que hacer, simplemente tratando de tapar mi rabo duro. Claramente el capitán de mi equipo tambien estaba desnudo pues si iba a dar un duchazo, y pude ver como su pene comenzó a crecer poco a poco mientras me veía. Su rabo era de color rosita rosita, circuncidado el chaval, de muy buen tamaño.
Total nos quedamos mirándonos uno al otro, al ver su erección deje de tratar de cubrir la mía, y él quitadome la pena, me dijo que siguiera haciéndome la paja, que no había problema, es mas el mismo se haría una. Y ni tardo ni perezoso comenzó a sobarse el rabo. Estábamos uno frente al otro mirándonos a los ojos y a nuestros respectivos rabos, yo estaba a tope y se veía que el también, así que me anime y me acerque a el y le cogí su pene y comencé a masajearlo.
Al principio el no supo bien que hacer, pero luego sin problemas el también me cogió el rabo y me comenzó a pajear. Estábamos a mil los dos, el se acerco mas a mi lo que hizo que nuestros capullos se tocaran, lo que hizo que mi rabo se endureciera mas, el al ver esto me pregunto si me podia chupar la polla, a lo cual accedí sin problemas. Madre mía como comía rabo el chaval, hizo que me corriera en un tris, salpique todo su pecho; al terminar el me pidió que se la chupara, pero como yo nunca antes había comido polla me dio un poco de miedo y le dije mejor prefería seguir haciendole una paja, el no tuvo problemas.
Yo estaba encantado con ese pedazo de rabo que tenia entre mis manos, así que decidí hincarme frente a el para verlo mejor y seguir sobándole la polla, y pues de estar tan cerca de semejante capullo pues me anime un poco y le di una lenguetada y la verdad me encanto, así que continué lamiendole el rabo hasta que me pidió que me la tragara, a lo cual accedí y le comencé a comer el capullo recorriendo con mi lengua todas sus formas, estuve así un rato hasta que me dijo que se iba a correr, a lo cual me la saque de la boca y comencé a sobarlo hasta que termino sobre el suelo de la ducha.
joe que buen relato!! mira que llevo tiempo al gimnasio y nunca me ha pasado nada interesante…