El masajista en casa.
Un masaje con buen final.
Relato por: Nacho
Categoría: Pajas entre colegas
Fecha: 19/1/2014
Creo que no os hace falta que me presente.
Os voy a contar lo que me paso hace una semana , que aunque no fue una paja con un colega , fue una de las mejores pajas que me han hecho.
Estaba por la mañana en la cama, con un dolor en la cadera de la carrera que me había pegado la tarde anterior que no me podía mover de la posición en la que estaba.
Cuando llegó la chica que me hace la casa y me vio tumbado, me empezó a regañar y le dije lo que me pasaba e inmediatamente cambió de actitud y me dijo que si quería, avisaba a un amigo suyo que es masajista deportivo.
Continuó con sus manipulaciones y a mi cada vez se me relajaba más todo y al preguntarme que para donde me iba el dolor le dije que se me reflejaba hacia la zona de delante hacia la ingle,
Me indico que me tumbara boca arriba , lo cual hice no sin cierto reparo, ya que mi polla, a pesar de que me estaba concentrando para no empalmarme, estaba más que morcillona.
Me la tapó muy profesionalmente y continuó masajeando muy despacio la zona de la ingle, pero poco a poco se fue acercando al pubis , siguiendo no se que ligamento que al parecer estaba inflamado y comenzó a amasar con las dos manos toda la zona alrededor de la base de mi polla, que a estas alturas ya era imposible de controlar.
Me puso otra toalla sobre los ojos y me dijo que me relajara que tenia mucha tensión acumulada y empezó a masajear suavemente mi polla, despacio muy despacio sin prisa, con una mano sujetaba fuerte la base y la otra recorría sabiamente todo lo largo de mi polla , que estaba a reventar.
Pasaba sus uñas suavemente por mi prepucio y metía alguna de vez en cuando por el conducto de la uretra. Yo ya no podía más pero ella cada vez que notaba que me sobreexcitaba paraba y me la apretaba fuerte, y otra vez a empezar .
Así me tuvo no se cuanto tiempo hasta que ya le pedí por favor que me dejara correrme , que iba a reventar. Entonces empezó a deslizar su mano muy despacio pero firme arriba y abajo mientras que con la otra me masajeaba los huevos estirándolos de vez en cuando y cuando notó que me iba a correr la soltó y solo me acariciaba con dos dedos el frenillo, madre mía .
En la vida me he corrido mas fuerte y con más cantidad que ese día lo puse todo perdido de una leche espesa y caliente.
Yo seguía con la toalla en los ojos y ella me dijo que me quedara así , relajado y tranquilo, Me limpió y se fué como si no hubiera pasado nada .
Una paja es una paja y esta fue histórica y tenía que contárosla.