El punto G.
El punto G.
El punto G Femenino:
Todos hemos oído hablar del famoso punto G de la mujer, algunos lúcidos creen saber encontrarlo fácilmente, mientras otros dudamos siquiera de que exista. Pues para complicar más aún la cosa, ahora resulta que no solo tienen un «botón», sino, al menos, cuatro. ¿Quieres concerlos y aprender cómo estimularlos y ser el amante perfecto?
Punto G:
Llamado así en honor a su descubridor, Ernst Gräfenberg, hay controversia entre estudios que afirman que sí existe, frente a otros que defienden que es únicamente subjetivo. Pero vamos a lo que interesa: dónde encontrarlo.
El punto G se encuentra en la pared anterior de la vagina, a unos 4 centímetros de la entrada, detrás el hueso del pubis. Este punto erógeno es tal porque pertenece a la raíz del clítoris, el cual puede estimularse tanto desde el exterior, como el interior.
La mejor postura para estimular esta zona de tu pareja, es mediante la penetración por detrás de ella, o simplemente, que ella tome el control y se siente sobre el chico.
Punto A:
También llamado «A spot» o AFE (Anterior Fornix Erotic Zone) fue descubierto en un estudio asiático que demostró que el 95% de las mujeres se excitan cuando les estimulan esa zona y varias llegan a obtener su primer orgasmo o el más intenso.
Éste se ubica en la misma zona que el punto G pero adentrándose un poco más en la vagina, con dirección al cuello uterino pero, esta vez, en la pared posterior de aquella.
Para estimularlo, las posturas adecuadas son: la mujer boca abajo y el varón detrás suyo, la mujer sentada en el borde de la cama y él arrodillado delante.
Punto U:
Su nombre viene de que se encuentra junto a la uretra, por ello, para encontrarlo, a diferencia del resto de puntos, no debemos «bucear» en el interior de la vagina sino que hay que buscarlo entre el clítoris (con el que es fácilmente confundible) y la entrada a la vagina. Este es, posiblemente, el punto erógeno menos placentero, pero puede ofrecer un placer añadido si se estimula al mismo tiempo que otro. La mejor forma de etimularlo durante el coito, es con aquellos posturas que permitan el roce del pubis masculino con esta zona. El misionero o la chica sentada encima y echada hacia delante, son bastante indicados.
Punto K:
En el amplio abecedario femenino, encontramos también este punto de reciente descubrimiento (Barbara Keesling en 1998) y difícil acceso ya que se encuentra en la zona más profunda de la vagina, junto al cuello del útero.
Desgraciadamente, la forma más adecuada de estimularlo es aún desconocida, ya que, por lo visto, la penetración no funciona en este caso. Así que, adelante lectores y a intentar descubrirlo por vuestra cuenta. Os dejo eso de deberes.
Así que, gente, ya no hay excusa para no llevar a vuestra pareja (o a vosotras mismas) al clímax. Sólo hay que poner un poco de empeño e ir probando hasta conseguirlo. Ánimo y buena suerte en la espeología vaginal.
5 posturas para estimular el punto G.
Las posturas para hacer el amor pueden ser muchas pero para alcanzar el punto G no hay tantas.
Para estimularlo se requieren de algunas posiciones especiales que al hacer el amor pueden llegar a él, de esta forma la mujer puede aumentar su placer y llegar más fácilmente al orgasmo.
La posición del Amazona
Unión del emú:
La postura de la Balanza.
La unión Suspendida.

La posición de la Indra.
El punto G Masculino:
DESCUBRE EL “PUNTO P”, UNA DE LAS ZONAS MÁS ERÓGENAS DEL HOMBRE
Seguro que ya sabes dónde está el “Punto G” femenino. Pero muy pocos conocen el “Punto P” masculino, cuyo nombre no se debe al pene, sino a la próstata… ¿Quieres descubrir más?
¿DÓNDE ESTÁ LA PRÓSTATA?
La próstata es un órgano glandular, de tamaño similar al de una nuez, que se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto. Engloba en su interior los conductos eyaculadores y es atravesada por la uretra prostática.
Está compuesta por folículos glandulares entremezclados con fibras musculares lisas. En ella se produce el 40% del líquido seminal que drena por una decena de conductillos que se abren en la uretra prostática. La función de la próstata es producir y segregar un líquido por el cual salen los espermatozoides.
Tiene terminaciones nerviosas que si se estimulan con una suave caricia, puede provocar una erección. Esto no significa que el hombre esté sexualmente excitado, porque es una reacción refleja medular sin contenido erótico.
Habrán oído muchas veces que cuando el proctólogo realiza un examen rectal y palpa la próstata con el dedo, se producen eyaculaciones espontáneas. Eso es un acto médico, pero es una estimulación directa del punto G masculino y a los hombres les produce mucha vergüenza, pero es absolutamente normal.
El punto G de los hombres está a unos 5 cm del ano rodeando la próstata. La vejiga esta delante del ano y detrás de los testículos. Podría ser estimulado a través de un masaje prostático, por vía anal, o a través de la presión sobre el perineo.
Es mucho más usada la estimulación por vía del perineo, ya que la mayoría de los hombres rechaza la estimulación vía anal, ya sea por tabúes o prejuicios que pongan en duda su masculinidad. Dicha zona es rica en terminaciones nerviosas y muy sensibles al tacto y la estimulación de la próstata puede producir la eyaculación y el orgasmo masculino.
La forma de estimular el punto G masculino externamente, es presionando o masajeando la zona del periné, esta es la zona que va desde el ano hasta los testículos. Sin embargo, el hombre no puede estimularse a si mismo tan fácilmente, ya que el punto en referencia está dentro del recto, aunque puede intentarlo o solicitar la colaboración de la pareja.
Si quiere tratar, podrá sentir la forma de nuez que tiene la próstata. Se introduce con toda suavidad y delicadeza un dedo por el ano y lo guía a través de la pared frontal de su recto, aproximadamente 5 centímetros, y presiona hacia delante (hacia su pene) hasta notar pequeño abultamiento a esa altura, donde podrá sentir el punto G.
La posición que facilita dicha labor es estando acostado boca arriba, con las rodillas contra el pecho, acción que para muchos varones será más excitante, si es realizada por la pareja. Quien intente la exploración y brindará un masaje suave y pausado, hasta que él llegue al orgasmo, el cual será mucho más intenso que uno normal, con una eyaculación continuada con el sexo anal.
Aunque son muchos los «machos» que no quieren descubrir este punto por miedo, la verdad es que quienes lo han probado no dudan en repetir la experiencia. Aun hay varones que sienten que pierden algo de su masculinidad si alguien, o ellos mismos, tocan el área anal y sienten placer, o bien rehúyen practicarlo por higiene, cuando en realidad si se tienen ciertos cuidados no hay riesgos.
No obstante, le sugerimos que permita que su pareja le ayude a descubrir un nuevo punto de placer y tenga en cuenta los siguientes consejos:
Para evitar molestias o heridas, las uñas de la pareja deben estar bien recortadas.
Lubrique el dedo que va a introducir con lubricante.
Debe usar guantes de látex o un preservativo para proteger el dedo.
Deje que su contraparte introduzca la punta del dedo más o menos 5 centímetros, dentro del conducto anal, y toque suavemente la parte externa del ano con la punta del dedo, haciendo círculos.
Por lo tanto, el punto G masculino no es un mito y ya sabemos cuál es, donde encontrarlo y como estimularlo. La clave es masajear suavemente y acariciar, porque produce una mayor excitación, orgasmos más intensos y una eyaculación más potente. De allí en adelante todo se vale.
5 tips para estimular manualmente esta zona erógena del hombre:
1. Para intentar esta técnica, el hombre deberá estar muy relajado y hacer a un lado todos los prejuicios homofóbicos, ya que es perfectamente normal que sienta placer en esta zona, pues ahí nace el pene. Sin embargo, si desean intentarlo, ella debe introducir un dedo (bien lubricado o protegido con un condón) en el ano de su pareja.
2. Se debe comenzar el masaje en el perineo y los bordes del ano para relajarlo y excitarlo. Una vez que lo logres, la penetración en sí debe ser muy suave, presionando poco a poco para que él se acostumbre a esta nueva sensación.
3. Cuando ya haya llegado ahí, habrán descubierto el punto P del hombre (que se encuentra a 5 centímetros de la entrada del ano, rodeada de tejidos fibrosos y músculos suaves), que lo harán experimentar pequeños espasmos, por lo que ella deberá detener la penetración hasta que se reduzcan los mismos.
4. Al encontrar el punto, masajea la zona de manera suave, pero no olvides preguntarle lo que está sintiendo, ya que esto te ayudará a saber si vas o no por buen camino. Con este masaje, muchos hombres pueden experimentar un orgasmo, aunque algunos quizá necesiten más estimulación en el pene.
5. Recuerden que para lograrlo, el hombre es quien debe estar relajado, dejar al lado las creencias o tabúes de que esto está mal (es malo si se maneja o se hace de manera equivocada) y disfrutarlo.
Me parecio muy interesantes los comentarios, yo me separe un mes de mi esposo y cuando volvimos fue la primera vez que seti un orgasmo del punto g me encanto llore de la euforia yo queria gritar lo rasguñe fue exquisito pero desde entoces no he podido volver a lograr un orgasmo y me parece muy valiosa tu experiencia para yo seguir intentando encontrarlo nuevamente y localizarlo para que mi pareja