FleshLight, El masturbador de plástico más famoso del mundo.
FleshLight, El masturbador de plástico más famoso del mundo.
Tras experimentar un montón de cosas, a la hora de masturbarme, me he atrevido a probar varios Fleshlight´s, como la vagina clásica moca, la unidad entrenamiento, las sensaciones ano estrecho, vagina vortex, y la lata de cerveza .
Hoy os vamos a hablar de la unidad de entrenamiento y de la lata de cerveza.
Fleshlight Stu (Unidad de entrenamiento)
Estamos ante la archiconocida Unidad de entrenamiento de Flehslight.
No cabe duda de que Fleshlight ha revolucionado el mercado de los masturbadores masculinos. Hoy en día podemos elegir entre una gran variedad pero, curiosamente, uno sigue ojeando opiniones sobre los nuevos modelos y la Unidad de entrenamiento sigue estando entre las más valoradas, si no la que más: por algo será
– Dimensiones y peso:
– 24 cm de largo X 10 cm de ancho
– 635 gramos (585gr sin la tapa de arriba)
Estamos, por tanto, ante un juguete relativamente grande y pesado. No supone ningún inconveniente ni resulta cansado, pero si vas a viajar habitualmente con él, tal vez te sea útil esta información.
– Materiales:
Real Feel Super Skin®. Así dicho no nos dice mucho pero cuando la tocas, el primer pensamiento que te viene es «tengo que meterla ahí». Sobre la eterna pregunta de si es comparable a una vagina real: yo diría que si, lo que no es comparable, lógicamente, es a una mujer pero eso es otra cosa bien distinta.
La carcasa es de plástico por lo que se lava sin problemas. es bastante resistente, a mi se me ha caido varias veces y sigue perfecta. de todas formas, venden carcasas sueltas por si alguna vez se te rompe o deseas cambiarla por otro color.
– ¿Por qué la Unidad de entrenamiento?
Como decía al principio, actualmente hay gran variedad de modelos pero, si uno lee opiniones de usuarios, puede comprobar que la Unidad de entrenamiento sigue estando a la cabeza.
¿qué la hace diferente? si nos fijamos en su interior, podemos comprobar que está rellena por multitud de bolitas que otorgan esa sensación de realismo y de placer tan característicos de este modelo.
– Como usar FL
Parece muy simple y así es, pero hay pequeños consejos que os pueden ayudar a sacarle más el jugo, o a sacároslo a vosotros.
* métela en agua caliente: te recomiendo que metas el interior del FL en agua caliente unos minutos antes de usarlo. Verás que diferencia.
* juega con la tapa: según la cierres o la abras la sensación de vacío y, por tanto, de succión cambia.
* prueba posturas: hay una, en concreto, que me encanta. La pongo apoyada sobre la mesa, la sujeto por encima con las dos manos y….
* lubrícala de poco en poco: es una apreciación personal. Me gusta lubricarla en pequeñas cantidades y así mantener esa mezcla entre suavidad y fricción.
Otra opción que he leído es utilizarla sin la carcasa, es decir, únicamente lo blandito. Nunca lo he probado así que no puedo opinar pero lo dejo por si alguien se anima.
También señalar que se puede utilizar en pareja. Imagina al chico tumbado, amarrado, vendado y como su pareja sexual utiliza el FL con él, el resto se lo dejo a vuestra imaginación
Limpieza:
Quizás el mayor incoveniente de este modelo pero nada que nos lleve más de un par de minutos
1.- quita la tapa de abajo.
2.- introduce agua, en abundancia, por los orificios del FL.
3.- sírvete de algún jabón «neutro» o limpin para limpiar bien el interior.
4.- aclara, de nuevo, con abundante agua.
5.- échale algo de alcohol para terminar de desinfectar.
6.- limpia la carcasa y la tapa.
7.- ponlo en un lugar ventilado y déjalo que se seque*.
* Aqui hay quien utiliza un trapo de micro fibras(o cualquier material que no deje restos) para secar el interior. A mi me resulta muy incomodo y me da cosilla la posibilidad de dañar el FL. Lo que yo hago es insuflar aire como si le hiciese el boca a boca. Siii vaaale, parece una idiotez pero he comprobado que funciona y que deja el interior casi seco, a falta de dejarlo que ventile.
Unidad de entrenamiento: Todo Hombre debería tener una, Pincha Aquí para hacerte con una.
Fleshlight en lata
Me ha sorprendido el tamaño, es bastante más que pequeño del habitual Fleshlight, y por ello no es recomendable para penes de considerables tamaños, porque es como comprarte unos pantalones que te van quedar pequeños. Lo que respecta a nivel personal, me queda algo pequeñín, pero también cabe la posibilidad de usarlo sin el estuche.
El tamaño no importaría el material es extraordinariamente elástico, aunque, no llega, o llegaba, al nivel de los fleshlight de hace unos años, puesto los creadores han optado por variar el material con el fín de hacerlo fácil de manejar y limpiar, aunque le reste algo de realismo, pero por ello no quiere decir que el material no sea realmentre suave, porque si que lo es, aparte capta bien el calor trás un rato de uso, es suficientemente elástico para no torturar tu miembro, por lo tanto todo ello ayuda a conseguir un nivel de placer más que agradable, incleible.
Resistente con afán de durar es lo que queda patente cuando cuando se toca, la sensación de densidad es realmente notoria, lo que transmite ser un producto duradero para rato siempre que se cuide y mantenga los cuidados mínimos, ya que el tema limpieza y mantenimiento es ahora mucho más fácil gracias al «nuevo material».
Diseño lotus, es como viene confeccionado en el interior, un diseño que simula el interior de una vagina real, y la verdad es que da bastante vida al asunto, más el añadido de ser un material extraordinariamente suave y sedoso, los momentos de placer están garantizados
En definitiva, es un fleshlight a lo mini, a un precio mini, y con la gracia del diseño del estuche, todo ello sin descuidar la calidad.
Conoce al hombre que creó la vagina de plástico más famosa del mundo.
Steve Shubin quiere que hablemos más de la masturbación. El creador del juguete sexual más exitoso del mundo, el Fleshlight (una cavidad de plástico en forma de vagina dentro de un tubo que parece una linterna) dice que los hombres deben masturbarse más. También comenta que no entiende por qué los dildos se han convertido en un juguete sexual aceptable y los juguetes sexuales para hombres siguen siendo un tabú.
Pero a Steve no siempre le ha preocupado la masturbación. Este portavoz de la masturbación creció en un hogar conservador junto a sus trece hermanos. No fue hasta los 40 años de edad que el embarazo de su mujer le obligó a crear la industria que ahora domina.
“El doctor dijo que, a nuestra edad —ambos teníamos 40 años entonces— teníamos que ser muy cuidadosos y dejar de tener relaciones sexuales durante del embarazo. Nos lo dijo justo al inicio del embarazo. Para mí fue un problema.»
Salieron a cenar para celebrar el embarazo y Steve le preguntó a su esposa Kathy: “¿Pensarías que soy un pervertido si te digo que durante la falta de sexo uso algo para reemplazarte sexualmente? ¿Pensarías que soy raro?”
Con una inversión de 50 mil dólares, rápidamente empezaron la compañía que eventualmente se convertiría
en el hogar para Fleshlight. El único requisito de Kathy era que cualquier cosa que produjeran tenía que ser de buen gusto (“Algo artístico que no fuera un trasto asqueroso y desagradable”, fueron las palabras de Kathy, según Steve). Después de investigar, descubrieron que no existía un producto en el mercado con el cual competir.
En 1995 crearon un producto digno de patentar. Lo primero que patentaron fue un maniquí sexual; según Steve “era anatómicamente perfecto, con un cuerpo mejor del que puedes obtener en un gimnasio”.
Fleshlight es un negocio familiar, y los hijos adolescentes de Steve formaron parte de la lluvia de ideas para la creación del producto. Los Shubins se reunían en el comedor de su casa para recortar sus fotos favoritas de revistas, hasta que crearon el prototipo del maniquí.
Después de dos años y algo más de 250 mil dólares invertidos en el proyecto, no habían vendido ningún maniquí. Fue durante esa época cuando Bob, un viejo amigo de la familia y empresario de éxito, visitó a Steve y Kathy en su oficina en California. Bob quedó muy impresionado y cuando Steve lo llevó al aeropuerto, le preguntó si podía enviarle una vagina de plástico a su casa. Steve se ofreció a enviarle un maniquí entero, pero Bob se opuso: “Oh no, no, no. Por favor no hagas eso. Tengo hijos”, dijo. “No podría llevar algo así a mi casa”.
“En el camino de vuelta al aeropuerto, pensé: ‘Si mi propio amigo no acepta el producto, ¿cómo puedo esperar venderlo?’” recuerda Steve. Y se dio cuenta que el tamaño del producto era el problema principal.
“Cuando volví a la oficina, puse a mi equipo a trabajar en un concepto diferente. Contacté con mi abogado y empecé a trabajar en la patente y el derecho intelectual y de autor. Compré el dominio de internet y empecé a gestionar el aspecto legal al mismo tiempo que desarrollábamos el producto”.
Una vez el producto fue viable, el siguiente reto era determinar cómo hacer que el producto llegara a los hogares de los consumidores. Recordemos que hablamos de 1997 e internet era un mundo muy nuevo. “No era seguro, la gente no confiaba. Nosotros estábamos intrigados con internet, pero la gente nunca usaría una tarjeta de crédito para hacer una compra”, dijo Steve.
A pesar de los retos, Steve estaba seguro de que Fleshlight sería un “éxito instantáneo” y la fábrica se puso a producir 1.200 unidades al día para satisfacer la demanda del producto. Cuatro años después, recuperaron la inversión. Fleshlight se convirtió en una compañía con un valor de millones de dólares y el juguete sexual del mercado mejor vendido.
Aún hay obstáculos por vencer: la sociedad no acepta Fleshlight de la misma manera que el dildo. Steve dice que hace 15 años, programas como Sex en Nueva York y Oprah hablaban de vibradores pero no hablaban de productos de masturbación para hombres.
Quizá el problema es que hablar de la masturbación sigue siendo un tabú. Cuando Fleshlight se puso en contacto con Maxim para conseguir un poco de publicidad, ellos le dijeron que no querían su dinero: nadie quiere que su marca esté relacionada con productos destinados a la masturbación. Según Steve, Maxim se negó a publicar anuncios de Fleshlight porque tenían miedo de que un anuncio de masturbación masculina pudiera ahuyentar a las lectoras femeninas.
Steve dice que la primera vez que llevó un prototipo de Fleshlight a casa, su vida sexual mejoró. “¿Qué te pasa?” le preguntó a Kathy. “Estás llegando a otro nivel sexual. Me estás matando”. Y ella respondió, “No quiero que tengas energía suficiente para usar Fleshlight después”.
Shubin cree que la solución es educar a ambos sexos. Los hombres necesitan entender que no deben avergonzarse de su necesidad de “satisfacer su biología ” a través de la masturbación. Las mujeres necesitan entender que la “gratificación sexual para los hombres no es un asunto emocional, no tiene nada que ver con el amor ni con la pareja”.
Otras iniciativas de Shubin incluyen crear prótesis de senos para pacientes que se han sometido a una mastectomía. También está trabajando en modernizar los métodos anticuados que actualmente se usan para la extracción de semen a un caballo semental.
Aunque todo esto suena muy bien, la compañía ha recibido críticas. Shubin entiende que no es fácil convertirse en una compañía de juguetes sexuales multimillonaria sin hacer algunos enemigos. En los inicios de la compañía, un empleado vio a un desconocido enterrar algo delante de la oficina. Se acercó y vio que el desconocido estaba enterrando cruces pequeñas. Cuando le preguntó qué estaba haciendo, él contestó: “Te estoy trayendo a Cristo”.
Por ahora, Steve y su familia seguirán motivando a la gente a mantener una conversación abierta con sus cuerpos y necesidades sexuales. Han invertido dinero en una serie de televisión online,The Fleshlife, y ahora el objetivo de la compañía se centra en normalizar la masturbación masculina. Pero son conscientes de que se necesitará más que un juguete sexual para cambiar la opinión del público: “Es algo de lo que no hablamos”, dijo Steve, “pero se necesita fomentar un diálogo, porque la gente tiene que entender, que para ser moderados, necesitamos satisfacer nuestros cuerpos”.