Pedro Almodóvar Caballero está considerado, junto a Luis Buñuel, como el director de cine español más internacional. Diversos premios Goya otorgados a sus filmes, incluyendo varios mejor película y mejor director, múltiples galardones a nivel europeo y mundial, así como dos Oscars estadounidenses, recibidos por mejor película de habla no inglesa (Todo sobre mi madre), y mejor guión original (Hable con ella), lo confirman.
Las películas de Almodóvar son fáciles de identificar por haber sabido mantener su creador desde el comienzo de su carrera como cineasta una serie de características que, lejos de perderse, se han visto confirmadas y han ido madurando y consolidándose con el tiempo. Inspirándose en el ambiente tradicional vivido en La Mancha, donde nació y se crió, en recuerdos de la Extremadura donde creció, así como en el Madrid de la transición y en la movida de los 80 en la que tuvo relevante participación, los largometrajes del manchego muestran, rodeados de una llamativa ambientación y decoración colorista y popular, historias donde, bajo la manera de vivir española y ejecutadas en cuadros tomados de nuestra realidad, son desarrolladas historias originales, extravagantes en ocasiones, cuyos protagonistas, especialmente los femeninos, encarnan una personalidad muy marcada.
Desde el estreno de «Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón» en 1.980, el próximo viernes, con el estreno de Julieta, se contarán como veinte los largometrajes almodovarianos lanzados al mercado. Historias de desengaños amorosos, crímenes pasionales, complejas relaciones familiares son sólo algunos de los argumentos que podemos encontrar en su filmoteca. El erotismo, aunque no presente en todos los títulos, es un contenido que no suele faltar. En ocasiones, las relaciones sexuales se muestran sin pudor. Otras veces, es un erotismo más sutil e insinuado. No hay diferencia entre uniones heterosexuales u homosexuales. El erotismo hetero alcanza verdadero protagonismo en títulos como Matador (1.986) o Átame (1.990). El homosexual centra películas como La ley del deseo (1.987) o La mala educación (2.004).
Hablar de las relaciones sexuales sin pudor en sus filmes le costó a Almodóvar muchas críticas negativas, así como el rechazo de buena parte del público español, en los primeros años de su carrera. Mostrar un desnudofrente a las cámaras tampoco estuvo exento de habladurías, como las vertidas frente al desnudo íntegro que mostró Bibiana Fernández, entonces Bibi Ándersen, en Kika (1.993). No sería ésta la única actriz sin reparos en mostrar su cuerpo dirigida por el manchego, como Victoria Abril (Átame) o Elena Amaya (La piel que habito; 2.011), pero serán los hombres los más desnudados por el cineasta de Calzada de Calatrava, incluyendo íntegros desnudos frontales de algunos de ellos. Almodóvar lograría desnudar a actores de renombre como Imanol Arias en Laberinto de pasiones (1.982), o Eusebio Poncela (La ley del deseo). Aún en ciernes, Antonio Banderas mostraría tenuamente un desnudo frontal en La ley del deseo, o el trasero en Átame. De espaldas veríamos desnudo a Fele Martínez en La mala educación, sólo dos años después de verle desvestirse en el corto El amante menguante, dirigido por el propio Almodóvar e incluido en su largometraje Hable con ella (2.002). El compañero de reparto de Fele en La mala educación, Gael García Bernal, también nos mostraría el culo, ganando posiblemente en sensualidad dentro del propio filme el desnudo de un dormido Alberto Ferreiro. Igualmente sobre la cama posarían Alex Casanova, en Kika, o Roberto Álamo en La piel que habito.
Pero posiblemente los desnudos menos pudorosos serían los frontales protagonizados por Luis Hostalot, en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1.985), y por Liberto Rabalen Carne Trémula (1.995). Aunque si personalmente me tuviese que quedar con una escena donde tanto el desnudo como el erotismo capitanearan y sobresalieran entre los trabajos almodovarianos, ésa sería la que, dentro del filme La ley del deseo, formaría parte del rodaje de El paradigma del mejillón: un largometraje dirigido por Pablo (Eusebio Poncela) donde un chapero es contratado para que se desnude, se sobetee y termine pajeándose y corriéndose frente a su cliente.
¿Quién será el próximo actor en ser desnudado por Almodóvar?
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