Mi primera vez con una madurita muy cañon.
Relato por: Mi Primera vez
Categoría: Hetero-Primera vez
Fecha: 23/1/2014
Buenas a todos, hace tiempo que estoy por aquí, siempre he sido mas de leer pero hoy me he animado a contaros mi experiencia. Fue hace unos años, yo aun era virgen y estaba pasando una mala etapa con una chica y me salio un empleo en una fábrica donde el 80% del personal eran mujeres.
Entramos a trabajar el mismo día, pero solo hablamos cuando coincidíamos por las mismas zonas, recuerdo que llevábamos unos uniformes ridículos y que cuando nos veíamos fuera con ropa de calle ni nos reconocíamos. Recuerdo un día cuando salimos de trabajar a medio día, ella llevaba un pantalón tipo ejecutivo y una camisa de manga larga blanca un poco arremangada. Que cuerpazo, era delgadita, con unas buenas curvas, un pecho no muy grande, pelo ondulado, castaño clarito tirando a rubia y muy guapa. Os juro que aquel día me dicen que yo me iba a follar a esa mujer y me hubiera reído del que me lo dijese. Aparentaba unos 37 o 38 años, yo tenia 21 y sin estrenar.
Poco a poco fuimos coincidiendo mas, nos empezamos a llevar bien, incluso algunos días salíamos a
tomar cervezas al terminar la jornada de trabajo, me entere que tenia 43 años, mi fantasía siempre había sido follar con una madurita, así que la chica con la que llevaba unos meses pasándolo mal, paso a un segundo plano, ya no me interesaba, estaba dispuesto a seguirle el royo a la madura y cumplir mi fantasía.
Hasta que un fin de semana me fui a las fiestas de su pueblo con ella y después de algunas cervezas, alguna copa y unos bailes nos fuimos en mi coche a un polígono cercano para darnos el lote, pero los nervios me pudieron y no había manera de que empalmase, aun así ella se llevo un dedillo y se fue a casa con un orgasmo pero yo me fui rayandome la cabeza
La semana siguiente quedamos al salir de trabajar una noche, después de unas cervezas me lleve una mamada como compensación de lo que paso el fin de semana anterior.
Pero el momento cumbre llego un par de días después, trabajábamos por la tarde, y esa mañana temprano recibo una llamada de ella diciéndome de vernos para desayunar, acepte y desayunamos algo, pero luego me llevo a su casa, estaba sola y teníamos toda la mañana para nosotros
Después de tanto tocho empiezo con lo bueno. Subimos a su habitación y comenzamos a besarnos mientras nos desnudábamos, nos quedamos desnudos y no no sabia por donde empezar, ella se tumbo en la cama y se abrió de piernas y me dijo que se lo chupase todo, tenia el coño con un poco de pelo, pero arreglado y cortito con sus labios hacia fuera dándome la bienvenida, no sabia como hacerlo así que me acerque y chupaba con miedo, pero ella me iba guiando, me decía donde tenia que darle y con que fuerza, como debía de mover la lengua, ella me agarraba de la cabeza y apretaba contra su coñito, gemía y movía las caderas, me decía si me gustaba y cuando separaba un poco la boca para decir que si, casi sin poder contestar, volvía a juntarmela contra sus labios y me decía «pues sigue chupando» que morbo me daba aquello, mientras tanto mi rabo estaba muy duro, de repente me dice que siga así que le iba a llegar un orgasmo y empezó a retorcerse y a gemir mientras apretaba mi cabeza con sus piernas, como si no quisiese que me separase de allí y me hizo que chupase mas despacito mientras se corría.
Ahora era mi turno, me tumbo boca arriba y se arrimo a mi polla que estaba chorreando, me tocaba la
punta con sus dedos mientras se relamía los labios, se acerco y empezó a chupar con suavidad, que maestra, me pasaba la lengua en círculos por el capullo, me lamia desde la base de mi polla hasta la punta, y luego la introducía entera en la boca, chupaba solo el capullo con sus labios mientras con una mano me acariciaba los huevos, no fue una mamada muy larga pero si placentera. Saco un preservativo, me lo coloco y se subió encima a cabalgarme, se movía suave mientras mis manos en sus caderas seguían el ritmo de su follada, aunque también acariciaba su suave culo.
Al poco rato me dijo, «bueno, ya que tu eres virgen y yo soy una mujer que esta sana te vas a enterar de lo que es disfrutar» se saco el pene, me quito el preservativo y volvió a metersela continuando con la cabalgada, no lo hacia muy rápido pero el placer era inmenso, no había nada que se interpusiese entre nosotros, el placer se había triplicado y ella se dio cuenta y me dijo «veo que te gusta, pero no quiero que te corras aun» así que se bajo se tumbo encima mía y mi polla entre sus piernas sin llegar a metersela, mientras me besaba, todo para que mi excitación bajase un poco y pudiese durarle otro asalto..
Ella se bajo y se tumbo en la cama boca abajo con las piernas cerradas, yo me coloque encima y mientras ella se abría con las manos el culito me dijo, «métemela pero por el coño eh?» y eso hice, la metí y me tumbe encima y comencé a follármela despacio, ella gemía como una putita pero empezó a jugar conmigo, apretaba el culo y no podía ni sacarla ni meterla, ella decidía cuando me la follaba y aquello me gustaba tanto que sabia que no iba a durar mucho mas, de repente me dijo que se corría de nuevo y comenzó a retorcerse y gemir, aquello me tenia mucho mas excitado y le dije que iba a correrme, me dijo que se la sacase y se dio la vuelta en la cama, quedándose tumbada boca arriba y me hizo colocarme de rodillas encima de ella a la altura de su pecho, con la mano izquierda me cogió de la base del pene y los huevos y
con la derecha empezó a masturbarme, yo estaba acelerado y muy excitado, ella mientras me pajeaba me decía «quiero que me riegues con tu leche» y jugaba con mi polla, cambiaba de ritmo al pajearme, a veces rápido, luego lento y largo e intenso mientras me decía «córrete cabrón» o «quiero tu leche» ya no aguantaba mas y reventé mientras me masturbaba, mi leche brotaba de mi polla y le caía por la cara, el pelo, cuello y un pequeño chorro por su mano y muñeca mientras seguía masturbándome muy lento, cuando me dejo seco seguía acariciando mi polla con los restos de leche, era muy excitante hasta que ya se me bajoLuego nos dimos un baño juntos y nos fuimos a tomar algo antes de entrar a trabajar, aquella tarde cada vez que nos mirábamos, nos cruzábamos o hablábamos mi polla quería empalmarse y ella esa situación le hacia gracia y mas me provocaba, sin duda una gran experiencia
Estuve con ella una temporada y hubo muchas sesiones de sexo, una experiencia inolvidable que quería compartir con todos vosotros. Lo mismo me animo a contar mas encuentros con ella.
Un saludo a todos.