Rebel Heart Tour
Rebel Heart Tour
El Reina del Pop sigue Reinando
Es la décima gira musical de Madonna, para promover su décimo tercer álbum de estudio, Rebel Heart (2015). Se inició el 9 de septiembre en Montreal e incluye conciertos en América del Norte, Europa, Asia y Oceanía. Con la gira, la cantante visitará por primera vez Taiwan, Tailandia, Hong Kong, Macao y Filipinas. Además, será la primera vez en 23 años que la cantante visite Puerto Rico y Australia desde el The Girlie Show World Tour de 1993. La empresa encargada de la promoción de la gira es Live Nation.
Corazón Rebelde y sobre todo valiente. No ha suspendido ninguno de sus conciertos como lo han echo otros de los grandes Prince y U2 entre otros. Ni siquiera la amenaza de unos dementes con metralletas. En la misma noche de los atentados siguió adelante con su concierto en Estocolmo.
«No hay nadie en el mundo que tenga derecho a impedirnos que hagamos lo que amamos» exclamó.
Y eso que ella representa, para la mayoría de los yihadistas, lo más degenerado de la sociedad occidental: es mujer y encima Madonna, se toma a la ligera los símbolos sagrados, es como un icono para los homosexuales, el sexo forma parte de su espectáculo….
Ayer tuve la suerte de que me invitaran al concierto y viajar a Barcelona, para ver el último concierto de la Reina de Pop que daba en Barcelona (mil gracias al Rober). Eso sí, para garantizar la seguridad de Madonna y sus fans (cacheados uno a uno) ayer se destinaron 120 agentes de los Mossos d´Escuadra y 175 vigilantes privados a Monjuic y sus alrededores. El taxi no pudo entrar y nos dejó en los alrededores al Palau, la euforia ya estaba ahí, agazapada en la explanada del San Jordi y alimentando a quienes llevaban horas esperando, para pasar por el control y un sitio privilegiado en la pista, entre gays, mariquitas, locas, frikis y mujeres maduritas.
Después de aguardar la cola tras hora y medía conseguimos pasar el cacheo, y llegamos a tiempo para ver al increíble productor y DJ, «telonero» Canadiense Lunice, que empezó a las 21 h, en punto. Madonna se hizo de rogar y nos hizo esperar más o menos una hora, el público haciendo la ola, era cuestión de entretenerse, pero los minutos pasaban y ya no era cuestión de pensar en los retrasos provocados por las estrictas medidas de seguridad y el consiguiente y pormenorizado doble cacheo de las +/- 16.000 personas que accedían al Palau Sant Jordi de Barcelona por tan sólo una puerta.
A pesar de todo, el público estaba dentro a las 21.30 horas, pero Madonna no salía. Y eran ya las 22.05. Cinco minutos más tarde, las palmas eran pitidos, pero la música de fondo seguía indicando que nada se alteraba y en el telón una imagen de Madonna, con cara de éxtasis, posaba con los labios rojos abrazando una espada que parecía de matador. Pero de repente, a las 22.15, 75 minutos más tarde de la hora oficial de inicio del show, Michael Jackson sonó a todo trapo. El inicio era inminente, la espera tocaba a su fin.
Entonces el Sant Jordi retembló. Imágenes proyectadas en tres pantallas, ella, la reina, y Mike Tyson con cara de dar mamporros, iluminaron el escenario. Madonna descendió del cielo dentro de una pequeña jaula, cantando Iconic, ataviada de rojo y negro, a su lado, un ejercito de bailarines-samurái con casco futurista y lanzas en forma de cruz abría un desfile de modelos al que no tardarian en sumarse unas cuantas geishas en Bitch I’m Madonna, mientras la pantalla se teñía con rojos abanicos. Madonna saludó en castellano y antes de la tercera pieza, Burnin Up, mostró corpiño con medias y botas negras. Con la guitarra ocupó el centro de la pista, rematado por un corazón. A su espalda, las luces se habían descolgado. Ya nadie se acordaba de las colas, los cacheos y el retraso.
Unas monjas en lencería propias del cine porno acompañaron a la diva en Holy Water, con referencias a la última cena y fin del primer tramo del concierto.
Madonna en estado puro, demostrando su forma física, hecha a imagen y semejanza de sus anteriores giras. Hasta True Blue, octavo tema, ningún éxito. Rodeada siempre por unos bailarines, hombres, que lució como animales mientras marcaban tableta.
Hasta el final más cambios de escenario y coreografías para ver que Madonna sigue marcando la pauta. Once temas fueron de Rebel Heart, versiones actualizadas de sus clásicos por arte y magia de la tecnología devolvieron al público en su último concierto en Barcelona al icono más destacable del pop.
El buen gusto del espectáculo, basado en una seducción con una iconografía torera y flamenca de Living For Love y La Isla Bonita. Tras ellas, Dess You Up.
Cada cual tiene su opinión, y escribe lo que quiere. Sobre este concierto de Madonna he leído de todo, como si la prensa hubiese visto shows distintos. En América, los elogios fueron casi unánimes. Prácticamente todas las divas jóvenes del pop, suelen «decepcionar» en sus shows , o se quedan muy justitas. El show de Madonna es claramente superior. El escándalo continuo, no bastan para cimentar una carrera musical de más de 30 años . La lista de canciones-himno de Madonna es irrepetible. Guste o no, su perfil de diva pop muchas intentan igualar y no pueden. ¿Cuántas estrellas sobreviven tras 10 años de carrera? . Madonna sigue ahí, y seguro que nos volverá a sorprender.
….. y no sólo el concierto fue lo más interesante de la noche
Bye Bitches!!!